"No soy más que un aprendiz de buena persona y un corredor esforzado". Toni Lastra (Corredor, escritor o viceversa)
Por cada corredor que recorre el mundo participando en maratones, hay miles que corren por el gusto de escuchar las hojas y la lluvia y que esperan que llegue el día en que les resulte todo tan fácil como a un pájaro volar. Para ellos el deporte no es una prueba, sino una terapia; no es un desafío, sino una recompensa; no una pregunta, sino una respuesta.

Doctor George Sheehan, corredor y filósofo.

lunes, 10 de junio de 2013

A ponerme las pilas




Admito que he llegado a correr semana tras semana mis 110 kilómetros semanales y aún así, al terminar de correr mi maratón, necesitaba y necesito pasarme dos semanas sin mover un solo músculo. He intentado correr a los dos días de terminar la carrera, pero me fatigaba, no iban las piernas y mi cuerpo me pedía parar. Descansar dos semanas y empezar desde cero a correr y ponerme a los seis meses en la linea de salida de la maratón era lo que a mi me iba bien. 

Entrenar en verano siempre me ha ido fenomenal, sobre todo porque no competía y me centraba solo en entrenar y respetar las intensidades y cargas. Entrenaba en solitario porque mis amigos se dedicaban en esos meses a correr menos kilómetros y ellos no compartían mi idea de entrenar para correr una maratón en octubre. Así me pase cuatro veranos, los cuatro que corrí en la maratón de Ciudad Real. Después empezaba de cero y de nuevo a preparar otra maratón, como el MAPOMA.

Lo que a mí me iba bien, a otros le iban mal, por eso nunca he tenido un compañero fijo en mis entrenamientos, me gustaba no salirme del guión y cumplirlo a rajatabla. Por ser tan testarudo y respetar mis ritmo marcado con anterioridad, llegó un momento en que rodaba a cuatro diez los kilómetros en la segunda parte de mis tiradas, resollando pero con un esfuerzo muy llevadero.

Ahora que estoy saliendo de una longeva lesión, estoy empezando de cero, tengo a vista la maratón de mi ciudad que  aunque parezca mentira, todavía no he corrido en ninguna de sus ediciones. Faltan seis meses, mi estado de forma es muy pésimo y debo de ir muy lento para que la lesión no "despierte" de nuevo. Ya no cojeo andando y puedo correr unos minutos sin dolores. Tengo un plan y si nada ni nadie me lo impide estaré allí en la linea de salida. El terminar es mi objetivo y si es con un tiempo razonable de por debajo de las cuatro horas, mejor. El plan empieza a mediados de julio, ahora estoy "aprendiendo" a correr, lo admito y no me avergüenzo de ello. Arrancar me cuesta mucho, por ello digo que no hay dos corredores iguales, a mí me cuesta lo mío, pero del pozo salgo, de eso estoy convencido.

Salud, kilómetros y un gramo de locura


lunes, 3 de junio de 2013

Pepe




El viernes me  enteré de la muerte de un amigo corredor por un fulminante cáncer. Me quedé helado, y en fracciones de segundo pasó por mi cabeza todos los kilómetros recorrido junto a su compañía. Era una persona natural, de las que ya quedan pocas. Charlaba con fuerza y simpatía y en las competiciones entraba con las mujeres profesionales del atletismo, es decir, que corría muy bien. Mi mejor mil, lo hice con él en unos entrenamientos por debajo de 3:25, allá en el morro de levante malagueño. 
Así es la vida de injusta, nadie ésta a salvo de nada y aquél que lo crea es un infeliz. Lo que peor me sabe es que los que nos miran con media sonrisa cuando nos ven de correr, te dicen con su filosofía barata:  "miralo  tanto cuidarse y también se ha muerto." Siempre habrán personas como éstas, por desgracia ésta especie no está en vía de extinción, es más, prolifera.

Hasta siempre Pepe.